Ayer tuvo lugar en el Club Argo una cita ineludible para todo aquel que cree en el futuro de la sastrería española. La Asociación Española de Sastrería, tras tan sólo un año de vida presentó el primer Sello de Calidad A de Sastrería Artesanal concebido como resultado de los tres pilares básicos tras los que nace esta asociación profesional, y que nos explicó con claridad uno de sus socios fundadores, Agustín García Montero director del Comité Evaluador, al que ya todos conoceréis por aquí:
1. Elevar los estándares de calidad de la Sastrería artesanal española.
2. Dar transparencia para regular el sector.
3. Impulsar la formación de mano de obra cualificada.
Tres de los aspectos con los que la sastrería lleva luchando en los últimos años, en un gremio que como sabemos está plagado de intrusismo, desinformación y falta de formación reglada a la altura de cada profesional (Artesanal e Industrial). Este tipo de iniciativas son una bocanada de aire fresco, muy necesaria, y esperada por muchos de los que llevamos ya algunos años preocupándonos por su evolución y reconocimiento.
Como ya dije en su día, reconozco haber sido de los más críticos con ciertos planteamientos de este proyecto, quizás por la confianza que tengo hacia algunos de sus miembros fundadores. Sin embargo, tras seguir la evolución desde sus inicios, mis impresiones han ido cambiando favorablemente y hoy tengo que dar la enhorabuena a este sector de la sastrería que ha decidido luchar contra todas las adversidades y oposiciones, llegando a materializar y proyectar una estrategia sin parangón antes en la historia de este gremio.
El sello que hoy se presenta, desde mi punto de vista, será un instrumento perfecto tanto para profesionales como usuarios para conseguir esa transparencia que tanto necesita este sector. Para ello se ha creado un Comité Evaluador formado por el propio Agustín García, Joaquín Fernández Prats y Marc Munill. Juntos suman más de 80 años de experiencia dentro de este oficio, además de distintos estilos y puntos de vista. Sin embargo, la dotación de este sello será puramente objetiva, por lo que no se tendrá en cuenta en ningún caso el apartado estético que, lógicamente, obedece a perspectivas subjetivas que carecerían de sentido en lo que se pretende.
El sello de Calidad A pretende ser una certificación para el sastre que demuestre ante el sector, y sobre todo ante el usuario, el nivel de calidad mínimo exigido para ser reconocido por esta asociación, de esta manera se pretende promover el esfuerzo y afán de superación por parte de los profesionales para lograr alcanzar estos estándares de calidad, en el caso que no los consiguiera. Para ello el profesional deberá saber cortar y probar una prenda, y su taller además deberá ofrecer un nivel artesanal en sus prendas que será evaluado en hasta 23 puntos diferentes. Entretelas cosidas a mano, pasaman de algodón forrado y no termofijado, hombros montados a mano, bolsillos artesanales, etc.
Sin duda aspectos esenciales con los que toda prenda artesanal debe contar. Indudablemente más allá de esto, dependerá del profesional en cuestión que quiera sobrepasar estos estándares y ofrecer un nivel mayor de artesanía. En este caso si que será cuestión del profesional y el usuario que sepan mostrar cada servicio sartorial para poder valorar la realidad de lo ofrecido por cada sastrería.
No obstante, aquí no queda la cosa puesto que ya nos adelantaron que en materia de formación hay acciones muy avanzadas al respecto, para poder ofrecer en un futuro próximo la posibilidad de enseñanza y promoción de una profesión que, sin duda, no puede tener más futuro en este momento en nuestro país. Pero esto no es más que la punta de iceberg ya que, por ejemplo, ya se trabaja también en la regulación de los distintos tipos de servicios de Sastrería Industrial, una vez más en pro de la transparencia y claridad que lógicamente todo usuario desea para cualquier sector de consumo.
Esto no ha hecho más que empezar y por suerte lo ha hecho contando con el apoyo de grandes profesionales como Luis Sans dueño de Santa Eulalia o Daniel Yusty propietario del conocido establecimiento que lleva su apellido. También vino desde Turquía para apoyar la iniciativa, Baran Kayhan, vicepresidente de Söktas conocido fabricante internacional de tejidos de primera calidad para camisería, entre muchos otros conocidos y de renombre dentro del gremio. Y esto nos da buena cuenta de la magnitud que está tomando este proyecto al que le auguro un gran éxito.
Lo hemos hablado en multitud de ocasiones y ya era hora de que se tomarán las riendas y se luchase por un fin común, porque todos saldremos beneficiados de ello, los primeros los consumidores, que tendremos la oportunidad de saber de una vez por todas qué estamos adquiriendo en cada caso, y podremos disfrutar de una mejora en la calidad de los servicios que consumimos.
Desde aquí seguiremos muy atentos para contar los avances que este proyecto nos vaya ofreciendo.