Imaginemos que cualquier día desaparece toda la ropa y accesorios de nuestro armario como por arte de magia, y en su lugar aparece una caja llena de dinero equivalente al gasto que hicimos en todas ellas. ¿Cómo renovaríamos nuestro armario?
Ya sabéis de mi constante lucha contra las modas fugaces y todo lo que implica el conocido y proliferante Fast Fashion, que últimamente, por cierto, pretende disfrazarse de concienciación medioambiental y compra responsable, pero a la vez sigue manteniendo el modelo de venta masiva, el descuento como reclamo y distorsión de la percepción de las calidades mediante el marketing y la mentira.
La deducción lógica una vez has descubierto que lo verdaderamente interesante (y útil) es vestir en base a básicos, es buscar la manera de que estos duren más en tu armario. Y sólo hay dos formas: Tener más o tener mejores. No hay más. Y a la larga terminamos descubriendo que la segunda opción es mucho más rentable que la primera.
«El dinero del avaro, va dos veces al mercado»
Como nos enseña el refranero español, quien deja que la avaricia domine sus impulsos consumistas es probable que acabe arrepintiéndose. En términos textiles quien ha adquirido una prenda de reconocida calidad (no confundir con «reconocida marca») ha podido comprobar que, efectivamente su precio alto haya podido suponer, quizás, un esfuerzo mayor para su adquisición, pero a la larga su uso y rendimiento han sido mucho mayores que el de otras prendas más económicas. Y generalmente ese esfuerzo mayor del que hablamos suele traducirse únicamente en la dicotomía personal entre poder comprar más cantidad o no. Por eso, una vez que hemos asimilado que no por acaparar más tendremos necesariamente más posibilidades de vestimenta y que sí probablemente nos haga renunciar a una calidad y rendimiento mayor de cada prenda, entendemos que la forma de comprar es totalmente distinta.
Pero de esto ya hemos hablado en varias ocasiones y está muy relacionado con los primitivos deseos de importancia de los que ya hablé hace algún tiempo en el Blog. Llega un momento en el que somos conscientes de que las prendas tienen que transmitir exactamente lo que queremos de nosotros mismos, y es entonces cuando comenzamos a ver la compra de ropa como una inversión y no como un desahogo consumista.
Toda esta teoría y reflexión está muy bien, pero me he dado cuenta de que hablamos del concepto «Básicos» y mucha gente no termina de saber a qué corresponde. Algunos asocian esto a una forma aburrida de vestir, otros piensan que ya tienen suficiente en su armario, la mayoría cree que le limitará drásticamente su forma de vestirse. ¡Nada más lejos de la realidad!
Inicio con este artículo una serie semanal en la que iré explicando por familias de productos los que considero que son básicos que todo el mundo debe tener, incluso aportaré looks distintos para una misma prenda, demostrando así sus posibilidades. Y de esta manera, capítulo a capítulo, iremos conformando una Guía de Básicos de Armario.
Pero antes de seguir hoy con esta introducción sería útil que tratemos de dar una definición de lo que es un Básico de Armario.
Definición: Es aquella prenda, complemento o accesorio de gran polivalencia y combinación, bien sea por su color, diseño o materiales. Generalmente de colores sólidos, neutros y clásicos, que suele aportar un estilo natural, sobrio y atemporal en su conjunto o como base para looks con detalles más atrevidos.
Podríamos decir que existen prendas puramente básicas, que llamaré a partir de ahora Básicos Primarios o Básicos Esenciales, y prendas, que sin ser un básico 100% cuentan con muchas de sus cualidades y por tanto les llamaré de ahora en adelante Básicos Secundarios o Básicos Ampliados. Una aproximación en cuanto a su clasificación por tonalidades podría ser esta:
Así pues, podríamos decir que la paleta de colores los Básicos Primarios estaría compuesta por el Blanco, Celeste, Beige, Marino, Gris oscuro y Gris claro. Y que dentro de los Básicos Secundarios podríamos incluir, quizás, el Verde Khaki, Marrón y Granate.
Con esto lo dejamos por hoy, no sin antes comentaros que el siguiente capítulo tratará acerca de las Camisas, y aunque es quizás el tema que domina más gente, siendo una de las prendas esenciales en el vestir masculino debemos de tratarla con cierta prioridad.
Espero que os guste esta nueva serie, ya sabéis que podéis dejar vuestros comentarios o sugerencias abajo.
Esperado artículo, sobre todo si es elaborado por tí. Bien Salvador.
Gracias Marco.
Me parece una gran aportación por su parte que integre una serie especial de básicos. Me gustaría que indicara enseñas recomendables por su calidad y durabilidad fuera de las marcas más conocidas.
Un saludo de un tocayo.
Hola Salvador.
Me alegro que te guste esta nueva serie. Respecto a lo que me comentas, no me gustaría centrarlo en ninguna marca en concreto, sino más bien que entendamos el concepto de básicos y los ejemplos detallados.
Espero que lo entiendas.
Saludos
Salva