El Casentino no es un tejido nuevo ni mucho menos, ya que se remontan sus primeras referencias hasta más de 7 siglos atrás. A muchos seguramente este nombre no les diga demasiado, pero bastará con mostrar una imagen para que todos caigamos en la cuenta de qué tipo de paño se trata.
Estoy seguro de que se trata de un paño odiado por muchos y amado por otros tantos. El rizado superficial que lo caracteriza antiguamente era conseguido al frotarlo por piedras, hoy día son grandes dientes de acero los que aportan este efecto, que dicho sea de paso no es sólo estético sino que al parecer forma una capa que aisla a la prenda y su portador del frío y la humedad.
Los colores típicos del paño Casentino eran el verde y el naranja apagado, sin embargo los fabricantes en pro de la moda han comenzado ha crear una amplia carta de colores.
Suponemos que dichos colores tenían su origen en que las prendas de Casentino eran consideradas perfectas para ir a cazar o montar a caballo de la formas más elegante y refinada.
No sé si es casualidad o fruto de alguno que se me escapa, pero lo curioso es que la gran mayoría de prendas confeccionadas en Casentino son de corte más o menos clásico, pero colores extravagantes. ¿Tiene esto algún sentido? Sinceramente se escapa a mi conocimiento.
A día de hoy, y sin haber tenido la oportunidad de ver este tejido en persona, no sabría concluir si me gusta o me horroriza. Lo que sí tengo claro es que de optar a él lo haría en un beige o azul marino y de la forma más tradicional posible, con el único objetivo de buscar un toque desenfadado a lo que podría ser un abrigo demasiado serio.
Bajo estas líneas tenemos otro diseño y color que no me disgusta en absoluto…
¿Y tú que opinas? ¿Te harías con una prenda confeccionada en este tejido?