«En el ámbito de la comunicación, el perfume, ampliando el propio yo corporal, potencia el cuerpo como productor de mensajes y al mismo tiempo como extensión de las capacidades de reacción sensorial por parte del virtual destinatario del mensaje. Estimular de forma agradable la percepción olfativa de los demás presenta sobre todo la función de atraer sobre el yo, por una parte, la rivalidad de los individuos del propio sexo y, por otra, la atención del sexo contrario.»
– Nicola Squicciarino, El vestido habla.
Antes de dar el pistoletazo de salida se hace necesario plantear la pregunta que más de uno se estará haciendo…
¿Por qué abrir una sección sobre perfumes en SinAbrochar?
La primera razón se antoja de Perogrullo: la elección de nuestro perfume forma parte de nuestro estilo. A estas alturas ya se ha convertido en un lugar común afirmar que la fragancia que usamos conforma la imagen que proyectamos, el cómo queremos ser percibidos. Cada nuevo perfume que sale al mercado es, por decirlo con pocas palabras, una nueva propuesta de estilo.
La elección de nuestro perfume (y utilizo aquí por comodidad el término «perfume» para aglutinar la amalgama de concentraciones de esencias aromáticas en alcohol) habla de nosotros de la misma manera en que puede hacerlo la elección de nuestros zapatos, nuestro reloj o nuestra vestimenta: es una expresión más de nuestro gustos, de nuestras afinidades estéticas, de nuestro estilo personal. Si Shakespeare, en boca de Plotino, sentenciaba que «el traje proclama al hombre», otro tanto podría decirse del perfume (o los perfumes) del que echamos mano de forma habitual.
La segunda razón es que la elaboración del perfume es una expresión artística, y con esa consideración en mente vale la pena examinar en detalle la composición de los diferentes perfumes de diseñador, nicho e indie. Dejando para otra entrada la discusión sobre si el perfume entra más en la categoría de arte o en la de artesanía, por ahora baste reconocer que el proceso de componer un perfume encierra unas habilidades que sobrepasan, con mucho, las del ámbito estrictamente químico, a la vez que apreciar un perfume requiere en muchos casos de una sensibilidad adquirida, de forma análoga a lo que, siguiendo con el símil, nos ocurre con los relojes, la vestimenta, el vino…
¿Quién llevará esta sección?
Otra pregunta que bien podría desprenderse de la primera es ¿quién soy yo? y, por extensión, ¿qué me legitima para llevar esta sección? Preguntas que contestaré con un amplio brochazo: me llamo Aitor (Pierre Delalande por estos lares, en un guiño a Nabokov), psicólogo de formación y un apasionado de, entre otros temas, la perfumería. Mi carta de presentación es un interés desmedido por aprender todo lo posible sobre perfumería, una cierta inclinación a intelectualizar por qué un perfume es mejor que otro, y ganas de compartir mis impresiones con los demás. Como en prácticamente cualquier campo de conocimiento en el que sea obligado que haya ciertos criterios imperantes del «buen gusto» (vinos, puros, aceites,…), es prácticamente imposible que haya unanimidad de criterios sobre lo que constituye un buen o mal perfume, y el hecho que me erija como connaisseur de la perfumería no implica que mi gusto sea «el correcto», caso que siquiera exista tal criterio. Tener la nariz de Roja Dove no garantiza que nuestros gustos vayan o deban ser compartidos unánimemente y, de la misma forma, que no estemos de acuerdo con alguna de las puntuaciones de Luca Turin tampoco implica que «estemos equivocados».
Lejos de toda pretensión de cerrada objetividad, aquí no se va a tratar de establecer los cánones del buen gusto. Las preferencias en materia de perfume, como en tantas otras, son personales y están sujetas a evolución constante, lo que nos gustó ayer hoy puede aburrirnos y lo que antes de ayer nos parecía que olía «a señor mayor» mañana nos puede parecer interesante. Dicho esto, sin tratar de sentar cátedra daré mi opinión sobre qué perfumes son mejores que otros en determinado momento y cuáles encierran mayor calidad, dando cuerpo verbal en la medida que pueda a las sensaciones que me evoca cada uno de ellos, desgranando los entresijos de su composición y la forma en que se combinan sus notas, así como aspectos más pragmáticos como son la duración en piel, qué acogida tiene entre la gente, etc.
Contenidos a tratar
Resumiendo y en román paladino, ¿qué contenidos se van a tratar en esta sección?
Reviews de perfumes
Listas de los perfumes más adecuados o mejores para determinado clima, situación,…
Artículos de opinión
Crítica de libros relacionados con la perfumería
Etcétera (disgresiones varias)
Cada jueves habrá una nueva entrada. La de la semana que viene tendrá que ver con conceptos introductorios a la perfumería, y de ahí en adelante, quién sabe. Habrá que estar atentos a ver qué se publica…
Sin más que añadir, espero que lo disfrutéis.
-P. D.
(Fotografía de cabecera de Sarah Bouasse, extraída de esta entrada del blog Flair)